CULTOS

MEDITACIÓN SOBRE LA CRUZ

Con motivo del último día de Quinario de este año y que hemos celebrado recientemente, queremos compartir la bella meditación que el Rvdo. Sr. D. José Tomás Montes Álvarez proclamó en torno a la imagen de la cruz.


Hemos escuchado en el Evangelio como los judíos preguntan a Jesús: ¿quién eres tú? Y la respuesta de Cristo encierra un mensaje especial: Cuando levantéis en alto al Hijo del hombre, sabréis que "Yo soy"... Esta afirmación a nosotros quizás no nos impacta, pero a los judíos sí. Cuando Dios se manifiesta a Moisés y le pregunta quién eres, Dios le dice: "Yo soy el que soy".

Ahí en lo alto de la cruz, es donde descubrimos quién es él. Descubrimos que Jesús es Dios. Por eso, postrémonos hoy ante la Cruz, donde se encuentra crucificado Cristo y tributemos nuestros homenajes de adoración, de gratitud y de amor a las llagas de los Pies (sic), a las de las Manos (sic) y, sobre todo, a la del divino Costado (sic). ¡Qué venerables son estas llagas y cuán justo es que nuestros corazones se llenen de amor al contemplarlas!

El cristiano no puede quedar indiferente para con las llagas del Salvador, pues Jesucristo recibió estas llagas sagradas para salvarnos del infierno y abrirnos el Cielo (sic), para ofrecernos en ellas fuentes de salvación, de donde podemos sacar gracia, fuerza y consuelos.

Por eso, santísimas llagas de nuestro Señor Jesucristo, os adoramos. Nos duele, buen Jesús, veros sufrir aquella pena dolorosa. Os damos gracias, oh Jesús de nuestras alma, porque habéis sufrido estos dolores para que no nos perdiéramos en el infierno de nuestros pecados.

En la primera lectura hemos visto un anuncio o figura de la cruz y una prefiguración de Cristo. En el desierto abundaban las serpientes, que eran un peligro para el pueblo peregrino. Una plaga mortal asoló al pueblo elegido como castigo de Dios, por revelarse contra él. Pero Dios ofrece un remedio: haz un estandarte... Así todo el que era mordido por la serpiente, al convertirse y mirar a la serpiente de bronce en lo alto, no por lo que contemplan, sino por la bondad de Dios, salvador de todo quedaban curados.

Por eso, si nosotros miramos la cruz, siendo conscientes de la picadura en nuestra vida de la serpiente, del pecado nos daremos cuenta de que Cristo en la cruz nos redime del pecado y de la muerte, vemos el misterio pascual. Cristo, al morir en la cruz, destruye nuestro pecado, y al resucitar nos da vida eterna.

Por eso, nuestra Hermandad de la Vera Cruz no puede ver nunca la cruz como un instrumento de castigo divino, sino un altar de propinación y de perdón. No es la ira de Dios, sino un amor sin límites, que perdona y reconcilia consigo a todo el mundo. Porque ante la desobediencia de Adán, que nos condena a la humanidad desobediente, de espalda a Dios, Cristo responde con la humillación y la obediencia hasta la muerte, por tanto, con su muerte.

Como dice San Pablo (1º lectura): Si Dios está con nosotros.. Si no perdonó a su propio Hijo... Por eso: ¿Quién podrá apartarnos del amor de Cristo? El abandono, la muerte, la angustia, lapersecución, el hambre… Todo lo vencemos fácilmente: nada podrá apartarnos del amor deDios, manifestado en Cristo Jesús. Muerto y Resucitado.

Nos recuerda San Andrés de Creta: "Sin la cruz, Cristo no hubiera sido crucificado. Sin la cruz, aquel que es la vida no hubiera sido clavado en el leño y las fuentes de la inmortalidad no hubieran manado del costado de Cristo. Sin la cruz no hubiera sido derrotada la muerte..."

Por eso debemos buscar la verdadera cruz, que la tenemos en nuestra propia vida. Al contemplar la cruz de Cristo, no podemos temer en cargar con la nuestra. Nuestro Señor, se convierte en nuestro maestro, Él fue el primero de todos... El no pide en este día que sepamos escoger y seamos valientes en esa elección Significa: negarse a sí mismo, tomar la cruz y caminar con él. Experimentar aquí, en este mundo, que merece la pena vivir con Cristo y para Cristo y ayudar a nuestros hermanos a ese encuentro, ser cirineos y ayudar a los demás acargar con su cruz.

Las consecuencias de esa elección: salvar nuestra vida para siempre, experimentar aquí, en este mundo, que merece la pena vivir con Cristo y para Cristo y ayudar a nuestros hermanos a ese encuentro. No podemos quejarnos de la cruz en nuestra vida sólo nos queda dirigir nuestra oración al Stmo. Cristo de la Vera Cruz con el himno del oficio de Visperas (Viernes I Sem)

En esta tarde, Cristo de la Vera Cruz,
vine a rogarte por mi carne enferma;
pero al verte, mis ojos van y vienen
de tu cuerpo a mi cuerpo con vergüenza.

¿Cómo quejarme de mis pies cansado,
cuando veo los tuyos destrozados?
¿Cómo mostrarte mis manos vacías,
cuando las tuyas están llenas de heridas

¿Cómo explicarte a ti mi soledad,
cuando en la cruz alzado y sólo estás)
¿Cómo explicarte que no tengo amor,
cuando tienes rasgado el corazón

Ahora ya no me acuerdo de nada,
huyeron de mí todas mis dolencias.
El ímpetu del ruego que traía
se me ahoga en la boca pedigüeña.

Y sólo pido no pedirte nada.
Estar aquí, junto a tu imagen muerta,
ir aprendiendo que el dolor es sólo
la llave santa de tu santa puerta. Amén.


UNA MISA PARA ABRIRNOS A JESÚS

"Los verdaderos cristianos debemos estar jubilosos"

Así comenzaba la Santa Misa nuestro director espiritual, el Rvdo. Sr. D. Francisco José López Martínez, con motivo del Acto de Piedad celebrado en el marco del II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular. Un acontecimiento muy especial no solo para nuestra Hermandad sino también para toda nuestra Archidiócesis para tener un encuentro especial con Jesús, a las puertas de la Navidad. Su homilía la basó en dos puntos fundamentales:

1. Acto de Piedad

La fe no es solo razón, sino también devoción. La importancia de la piedad y la devoción en la fe cristiana es la fe en Jesús como verdad y realidad actual, no solo histórica. De esta manera, el acto de piedad se centra en la devoción y la fe afectiva, destacando que la fe no es solo una cuestión de razón, sino también de confianza y devoción. Se enfatiza que la fe en Jesús es una verdad que se puede vivir en la vida diaria, en el trabajo, en casa y en la comunidad, en esta hermandad.

2. Confianza en el Señor

La importancia de la confianza en el poder de Jesús. La libertad humana en aceptar o rechazar la ayuda divina. La necesidad de abrirse a la acción de Jesús en la vida personal. Así, Jesús pregunta a cada persona si cree en su capacidad para realizar cambios en su vida. La respuesta afirmativa y la confianza en Él permiten que su poder se manifieste. Sin embargo, respeta la libertad de cada individuo para aceptar o rechazar su ayuda. Es la puerta de la fe. Jesús respeta la libertad de cada persona y no forzará su entrada en la vida de nadie. Solo cuando alguien abre la puerta de su corazón y dice "sí, Señor, tú puedes", es cuando Él actúa. Jesús conoce a cada persona desde antes de su nacimiento. Él espera que cada uno abra la puerta de su corazón. La acción de Jesús depende de la aceptación y confianza de la persona.


Aquí podas encontrar toda la información relacionada con las celebraciones litúrgicas de nuestra Hermandad. Desde las fechas de los cultos anuales hasta detalles sobre misas, triduo, quinario, vía crucis y otros actos de devoción. Incluso podrás acceder a nuestros diferentes rezos, oraciones y ejercicios. Este espacio refleja el corazón espiritual de nuestra corporación, invitando a todos los hermanos y fieles a participar y vivir con profundidad nuestra fe y compromiso cristiano.